Empeñado
en no seguir el camino e ir por la carretera, que aquí es llana, me
parece que he dado un rodeo considerable pues he ido hasta Palas del
Rei y de allí a Melide.
Bosque de los peregrinos |
Visito
el bosque de los peregrinos ya cerca de mi meta para hoy. Me recuerda
los cementerios de la segunda guerra mundial.
En
Melide, confluyen el Camino Francés y el Primitivo por lo que la
saturación de peregrinos es considerable.
Ni siquiera pruebo en el
albergue del Ayuntamiento, no obstante me hospedo, sin mayor problema,
en O´Cruceiro, un edificio céntrico, rehabilitado, de tres plantas,
con ascensor y muy acogedor.
Me
asignan un dormitorio en la segunda planta que comparto con un padre
y dos hijos sevillanos adolescentes muy desanimados, sobre todo el
pequeño. Comenzaron andar en Ponferrada y dice (delante de su
padre) que no recomendaría el viaje ni a su peor enemigo. Así que
desisto de felicitarlo por conseguir que sus hijos le acompañen.
Ayuntamiento de Melidez |
Ayuntamiento e iglesia parroquial |
Después
de descansar un rato encima de la cama, salgo a pasear por el centro
de la Villa que tiene muchos edificios históricos – artísticos.
En memoria de un peregrino muerto en el Camino. |
A
la vuelta, y antes de irme a dormir, escribo estas lineas en una sala
amplia que hace las veces de cocina - sala de estar y que comparto
con unos italianos ruidosos y un poco cerdos (por sus modales) que
están merendando o cenando y que casi no me dejan concentrarme en lo
que estoy haciendo.
Aún hay algo gratis en el Camino |
Mañana,
si todo va bien, acabo el viaje, que iba a ser corto y sencillo y que
se ha complicado debido al catarro y a la rozadura en el culo.
Pensaba llegar a Finisterre, pero siempre llego tan agotado que lo
dejaré para otra vez, si es que hay otra vez...
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