lunes, 17 de agosto de 2015

III.- SANCHO PANZA Y SU RUCIO POR EL CAMINO PRIMITIVO.

 

Los prolegómenos.



Hoy lunes ocho de Junio del 2015 he decidido retomar el sueño de realizar mi cuarto camino, el Primitivo. Creo que se llama así porque fue el primero que se hizo no sé porqué rey astur.



El año pasado no pude hacerlo por impedimentos económicos. A mi mujer le tuvieron que realizar una reparación completa en la boca y todos sabemos cómo son las facturas del dentista, por lo que no me podía a gastar más dinero en un viaje de placer (según ella).



He terminado casi todas las actividades de estos últimos meses: la cerámica y el teatro. Solo queda la presentación del libro del taller de escritura que realizaremos el próximo martes día 16. Tengo ya escrito lo que voy a leer: mi impresión sobre un retrato de Franco realizado por Marín Bagues que vi en la exposición Cuarenta años con Franco, y del que me habían hablado mucho en casa, pues mis padres eran vecinos del pintor y mi padre posó con su capote de paseo para el cuadro.

.

Las dudas, como en los casos anteriores, me asaltan al comenzar a prepararlo. Por un lado, tengo dos años más que en el último, como es obvio, pero a estas alturas de mi vida, dos años suponen como diez de los de antes. Además he cumplido setenta años, ¡setenta!, que son un montón y que me han caído encima como una losa. Pero me pregunto: ¿Cuántos años tenía mi señor Don Quijote cuando comenzó sus andanzas? También he engordado. Para bien, me tenía que quitar de encima entre cinco y diez kilos, que son el equivalente del peso que voy a llevar en las alforjas. Así que he tomado la determinación de que a la vez que recopilo datos para el viaje intentar bajar algo de peso. Pero frente a estas dudas, está el optimismo de querer que una ilusión se convierta en realidad.



Me ha enviado mi amigo Dámaso un enlace de dos zaragozanos que están realizando el camino desde... ¡Berlín!, llevan veinticinco días caminando y seiscientos y pico kilómetros a sus espaldas. ¡Eso sí que es un camino y no lo que pretendo hacer yo, poco más de trescientos!



El rucio lleva un tiempo que no está muy fino, cosa de los cambios de marchas. Le tendrán que dar un buen repaso. En el taller están empeñados en que cambie de montura, pero ya les he dicho: "mi rucio me ha acompañado hasta ahora y nunca me ha dejado tirado, por lo que no lo voy a abandonar aunque sé que los hay más ligeros y que suben mejor las cuestas"



Será otro gasto más para mi exigua economía mileurista. Y, ¡contento!, pues ya llevan tiempo avisando que cualquier día nos dan un susto. ¡Cada día son menos los que trabajan y más los que chupamos del bote! Me entra una gran tristeza al pensar los años que estuve defendiendo una empresa y unos puestos de trabajo, cotizando religiosamente por mí y por mis empleados y que ahora no merezca por lo menos vivir tranquilo, sin agobios económicos, y sin la espada de Damocles de la incertidumbre siempre sobre mi cabeza.




martes, 4 de agosto de 2015


La Regenta frente a la catedral de Oviedo
CAMINO PRIMITIVO. 



LOS PREPARATIVOS.-


Dicen los que entienden de estas cosas, que los viajes se realizan en tres veces: cuando se preparan, cuando se realizan y cuando se les cuentan a los amigos ( los que se dejan...).

Yo estoy ahora en la primera fase. Después de los caminos que llevó hechos, no me resulta difícil preparar y amontonar en un rincón de la habitación donde escribo estas lineas, todo lo que presumiblemente necesitaré. Lo hago por secciones: ropa especial de montar en rucio, algo de ropa de calle (poca) que llevaré puesta en el viaje en autobús hasta Oviedo, recambio para las pezuñas de mi rucio, herramientas de reparación, artículos de aseo, un pequeño botiquín. La prueba final será pesar las alforjas en la farmacia que hay debajo de mi casa, a ser posible que sean menos de cinco kilos en cada una, si me paso, eliminaré lo que no sea absolutamente necesario. Aun así tengo comprobado que siempre llevo cosas de más y que al final no llego a usar.

Otra cosa distinta, que me lleva más tiempo, es preparar el itinerario. Ya he llegado a la conclusión de visitar solo la página de Eroski. Sin duda, por lo menos para mí, es la más completa. Como solo voy a llevar el móvil que no es de los de última generación, porque nadie a tenido a bien regalármelo y yo no considero que deba comprármelo, hago una copia en color de toda la documentación que consigo sobre este Camino y aunque he tenido la precaución de imprimir por las dos caras me ha resultado un dossier muy completo pero que pesa...un huevo.

Los tiempos en que iba sin ninguna o poca información, han pasado. Sobre todo es necesario conocer el perfil de las etapas, así como la posibilidad de albergues privados, pues los que vamos a lomos de rucios, debemos ceder el sitio a los caminantes, aunque momentos antes los hayamos visto sentados en algún bar tomando cervezas a la entrada del pueblo.

Tengo fecha de visita médica para el viernes diez, si el resultado es normal, como espero, puedo comenzar el lunes trece de julio. ¡Menos mal que no es martes!

Consulto por Internet los horarios y tarifas de la compañía de autobuses y contrato el viaje Zaragoza - Oviedo para el lunes trece a la ocho de la mañana, la llegada está prevista para las tres.

Un “come-come” me ronronea en la boca del estómago sigue avisando de las dudas que tengo sobre mi capacidad para poder concluir lo que me he propuesto, pero puede más mi determinación que mis dudas...


CAMINO PRIMITIVO.- DÍA 1

Camino Primitivo.- Día 1.- Lunes 13/07/14.- Zaragoza – Oviedo.
 
El autobús tiene su salida a las ocho. Con tiempo más que suficiente, me dirijo montado en mi rucio hasta la estación vestido con la ropa que voy a llevar en el viaje, lo hago tranquilamente para no sudar, me favorece la temperatura que no es muy elevada a esas horas de la mañana.

Esta vez no tengo ayuda para embalar el rucio. Al ser día de trabajo ninguno de mis dos hijos me pueden acompañar, así que con algún apuro lo logro hacer: desmonto pedales, ruedas y sillín y luego lo envuelvo todo con lámina de film que me han regalado en un almacén de materiales de construcción, la parte del rollo que me sobra se la doy al conductor (que lo agradece), a la vuelta se encargará una empresa como en casos anteriores.. 

Estación autobuses Oviedo
El autobús es muy cómodo, nunca había viajado en la clase Supra, un poco cara pero hay mucho sitio entre asientos y una azafata que te va proporcionando diversos objetos y catering. Por delante más de siete horas, con paradas en Logroño, Bilbao y Santander. Después de Oviedo continuará hasta Gijón. Solo una pega, el water está muy sucio, menos mal que no me he tenido que sentar, que meo de pie. ¡Alguna ventaja teníamos que tener los machos!



La Regenta y Federico (intentando ligársela sin demasiado éxito)
A partir de Santander la carretera a veces coincide con el recorrido, que hace dos años hice por la costa. Paso por el alto “del salto del caballo” donde tuve que descabalgar de mi rucio y subir a pie los últimos metros. El paisaje todo verde, la temperatura ideal 26ºC y el cielo despejado.



Llegamos a la hora prevista, las tres de la tarde, el albergue está situado en el antiguo seminario, en la calle Leopoldo Alas (Clarín), el que escribió La Regenta. Todo en Oviedo gira alrededor de La Regenta, de los premios Príncipe de Asturias (ahora Princesa...) y de uno de los galardonados el cineasta norteamericano Woody Allen, que es bajito como yo.

Federico con su amigo Woody Allen
Teatro Campoamor

















Botero
Me han dado una habitación en la que hay dos camas, la otra la ocupará una peregrina francesa llamada Manuela, de edad indeterminada, que hace ímprobos esfuerzos por expresarse en español sin apenas éxito, no obstante, le agradezco su empeño. 
  


Cuando regreso de dar un paseo por la Ciudad la encuentro dormida ( o se lo hace) y totalmente tapada con el saco, solo se le ve la cara y parece una momia egipcia. A las 6,30 de la mañana se largará y me dejará tiempo para escribir y repasar el itinerario. Esta será toda mi relación con la francesa con la que he compartido habitación una noche. ¿Qué os pensabais, que esto del Camino es como lo cuentan? ¡Pues no!



Ayuntamiento
Oviedo me parece una ciudad pequeña, limpia y que cuida de los detalles, por lo menos los sitios céntricos que he recorrido. La Catedral de San Salvador merece una visita así como los aledaños y la zona de bares. La verdad es que me he limitado ha sacar unas fotos y poco más, pensando en que mañana tendré que comenzar mi andadura y debo de estar descansado.



He conversado con una joven actriz y un joven actor que realizan, ataviados con ropas de época, visitas teatralizadas para turistas, basadas en la novela de La Regenta. Es una forma de sacarse unos euros durante el verano. La juventud se tiene que reinventar en esta época de crisis.

El Cristo románico de la Catedral

Claustro Catedral
Detalle del ventanal gótico

CAMINO PRIMITIVO.-Día 2.- Alfo MARTES 14 DE JULIO DEL 2015.- OVIEDO- SAN JUAN DE VILLAPAÑADA.- 28 KM.

Alfonso II el Casto (como yo)
Encamino mis pasos hacia la catedral donde se supone, según la guía Eroski, que comenzó el primer camino de la historia realizado por el rey astur Alfonso II el Casto, cuyo estatua contemplamos. Aunque no soy muy casto que digamos, intentaré seguir sus huellas. Mi rucio aprovecha para despedirse de La Regenta.

Un poste nos indica la dirección, deberemos seguir las conchas del suelo, que en una guía que conseguí ayer en la oficina de información, las denominan veneras broncíneas adosadas en las aceras, ¡toma castaña!
 

 
Al salir por las calles de Oviedo nos topamos con el palacio de deportes de diseño modernista de algún arquitecto de fama y cotizado, que nos llama la atención y merece un alto para fotografiarlo. ¡Como se ve que el dinero no es de ellos! Los ayuntamientos en estos años atrás de bonanza económica, lo han gastado a manos llenas.



Palacio de Deportes de Oviedo




Después de dar unas cuantas vueltas y revueltas, por fin salimos al campo y retomamos el conocimiento de esta naturaleza siempre verde y esplendorosa del Principado. Por ser el primer día no nos interesa forzar la máquina y haremos una primera etapa como un peregrino de los de a pie.


Ermita del Carmen de Llamparuga










Al pasar por la Ermita del Carmen de Llamparuga nos topamos con un cartel que nos llama la atención. Se ve que la condición humana (de algunos humanos) es de hacer daño.¿Qué beneficio habrá sacado el cafre que ha hecho esta maldad? De ahí a quemar bosques, solo hay un paso.



Las subidas y bajadas se suceden sin tregua, en una de ellas sufro una salida de cadena que se complica al quedar introducida entre los piñones y los radios de la rueda, después de ímprobos esfuerzos consigo desbloquearla. Es un aviso para tener la precaución de cambiar de marchas antes de que comiencen las cuestas.



En Bolguina, sello en el bar y aprovecho para tomar un café y una pasta.

Cruzamos el río Nora, afluente del Nalón y comienza la subida a El Escamplero. 
Río Nora



Al pasar por Valduno me llama la atención          la decoración floral de la ermita que están realizando las mujeres del pueblo para la fiesta de la Virgen del Carmen.

Ermita de Valduno


Paseo por Grado admirando la fachada del ayuntamiento, la capilla de Los Dolores y la Iglesia Parroquial. Como muy bien en Casa Celesto: ensalada, cordero, yogur y café, por nueve euros.
 
Ayuntamiento de Grado




El albergue de San Juan de Villapañada está situado en lo alto de una colina al lado de la Iglesia Parroquial desde el que se contempla una buena vista de todo el valle. El hospitalero Domingo, todo un personaje, nos atiende con prontitud y cortesía según la tradición jacobea. Incluso nos hace la demostración del escanciado de unas botellas de sidrina.






CAMINO PRIMITIVO.- DIA 3.- MIÉRCOLES 15 DE JULIO 2015.- SAN JUAN DE VILLAPAÑADA – TINEO.- 50 KM.

Desde que hemos salido del albergue es todo subida hasta Cubreces y desde allí todo bajada hasta Cornellana, luego, subidas y bajadas continuas hasta Salas. En el albergue de Cubreces he tenido que cambiar una de las pezuñas de mi rucio porque perdía aire, esperemos que la que he puesto aguante bien por lo menos hasta la noche.

 





Antes de llegar  a Cornellana pasamos por el salmonero río Narcea donde fotografío a una garza. Me llama la atención un taller de reparación de máquinas de segar aparcadas en la calle como si fueran coches. Se ve que la dalla se usa ya poco por estos lares.





 
En Cornellana lo más importante es el Monasterio de San Salvador que está en restauración por la Constructora San José, que como sabemos es de los Marianistas, o sea, que todo se queda en casa. Hablo con un albañil que dice desconocer ese detalle. 


Monasterio de San Salvador
Mi padre pintó el Colegio de Marianistas junto al Canal Imperial. A las facturas, había que añadir, me parece que era, un 10 % para la empresa. Este tanto por ciento se lo ofreció directamente a los curas, pero no recibió contestación. Al día siguiente, el encargado le dijo: “Federico, has metido la pata hasta el garrón, porque San José y Marianistas son todo uno”. Lección aprendida: “Saber con quién se juega uno los cuartos”.


Palacio medieval de Salas
Hotel de Salas











En Salas almuerzo, soy el único cliente, en casa Pachón (que me han recomendado) amenizado con una discusión madre (80) - hijo (50). ¡Qué mal efecto y que negativo es para un local que los clientes contemplen un enfrentamiento, aunque sea verbal, entre el personal! Me encuentro violento por la situación y casi me sienta mal el almuerzo.




Salas es una población que cuenta con un centro histórico medieval muy interesante: murallas, un palacio con una gran torre del homenaje convertido en hotel, una colegiata que posee un retablo de singular valor y el mausoleo de un arzobispo. 
Como he dicho en ocasiones anteriores, no pretendo hacer de estas líneas una guía, por lo que, el que quiera más datos, los podrá conseguir en la de Eroski u otra.

Retablo Colegiata de Salas









 
Mausoleo Arzobispo




Ya de camino hacia Tineo contemplo desde lo alto una vista panorámica de la población de Salas donde se distingue perfectamente el conjunto medieval situado en el centro del caserío. Los montes lucen en todo su esplendor en multitud de colores verdes. 








Aunque la carretera es buena y tiene un amplio arcén, la subida, doce kilómetros, es fuerte hasta el alto de La Espina (que por algo tiene ese nombre) ¡a mi rucio y a mí, se nos ha clavado como si fuera una de la corona de Cristo!, por lo que decido terminar la etapa en esta población. 

                                        



Sé que hay un albergue que se llama El Cruce y que está situado nada más de bajar el puerto, pero una vez allí y teniendo en cuenta que hasta Tineo solo hay diez Km. más bastante llanos, decido continuar.



Nos alojamos en el albergue Mater Cristi donde el hospitalero José Luis nos proporciona lo que buenamente tiene. Compro alguna provisión para cenar y después de ojear la guía, me retiro pronto. En la tienda fotografío un par de piezas de cerámica del escaparate por si alguna vez puedo realizarlas.