Desde
que hemos salido del albergue es todo subida hasta Cubreces y desde
allí todo bajada hasta Cornellana, luego, subidas y bajadas
continuas hasta Salas. En el albergue de Cubreces he tenido que
cambiar una de las pezuñas de mi rucio porque perdía aire,
esperemos que la que he puesto aguante bien por lo menos hasta la
noche.
Antes
de llegar a Cornellana pasamos por el salmonero río Narcea donde
fotografío a una garza. Me llama la atención un taller de
reparación de máquinas de segar aparcadas en la calle como si fueran coches. Se ve que
la dalla se usa ya poco por estos lares.
En Cornellana lo más importante es el Monasterio de San Salvador que está en restauración por la Constructora San José, que como sabemos es de los Marianistas, o sea, que todo se queda en casa. Hablo con un albañil que dice desconocer ese detalle.
Monasterio de San Salvador |
En Salas almuerzo, soy el único cliente, en casa Pachón (que me han recomendado) amenizado con una discusión madre (80) - hijo (50). ¡Qué mal efecto y que negativo es para un local que los clientes contemplen un enfrentamiento, aunque sea verbal, entre el personal! Me encuentro violento por la situación y casi me sienta mal el almuerzo.
Salas
es una población que cuenta con un centro histórico medieval muy
interesante: murallas, un palacio con una gran torre del homenaje
convertido en hotel, una colegiata que posee un retablo de singular
valor y el mausoleo de un arzobispo.
Como he dicho en ocasiones anteriores, no pretendo hacer de estas líneas una guía, por lo que, el que quiera más datos, los podrá conseguir en la de Eroski u otra.
Como he dicho en ocasiones anteriores, no pretendo hacer de estas líneas una guía, por lo que, el que quiera más datos, los podrá conseguir en la de Eroski u otra.
Retablo Colegiata de Salas |
Ya
de camino hacia Tineo contemplo desde lo alto una vista panorámica
de la población de Salas donde se distingue perfectamente el
conjunto medieval situado en el centro del caserío. Los montes lucen
en todo su esplendor en multitud de colores verdes.
Aunque la carretera es buena y tiene un amplio arcén, la subida, doce kilómetros, es fuerte hasta el alto de La Espina (que por algo tiene ese nombre) ¡a mi rucio y a mí, se nos ha clavado como si fuera una de la corona de Cristo!, por lo que decido terminar la etapa en esta población.
Sé que hay un albergue que se llama El Cruce y que está situado nada más de bajar el puerto, pero una vez allí y teniendo en cuenta que hasta Tineo solo hay diez Km. más bastante llanos, decido continuar.
Aunque la carretera es buena y tiene un amplio arcén, la subida, doce kilómetros, es fuerte hasta el alto de La Espina (que por algo tiene ese nombre) ¡a mi rucio y a mí, se nos ha clavado como si fuera una de la corona de Cristo!, por lo que decido terminar la etapa en esta población.
Sé que hay un albergue que se llama El Cruce y que está situado nada más de bajar el puerto, pero una vez allí y teniendo en cuenta que hasta Tineo solo hay diez Km. más bastante llanos, decido continuar.
Nos
alojamos en el albergue Mater Cristi donde el hospitalero José Luis
nos proporciona lo que buenamente tiene. Compro alguna provisión
para cenar y después de ojear la guía, me retiro pronto. En la
tienda fotografío un par de piezas de cerámica del escaparate por
si alguna vez puedo realizarlas.
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